
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) renovó este jueves su pronóstico para la temporada de huracanes en el Atlántico 2025, proyectando un escenario de actividad superior al promedio, aunque con un grado de confianza levemente menor respecto al informe inicial de mayo.
Según el organismo internacional, ahora existe un 50 % de probabilidad de que el resto de la temporada sea más activa de lo normal, un 35 % de que se mantenga cercana al promedio y un 15 % de que registre una actividad inferior a lo habitual.
La proyección representa una reducción de 10 puntos porcentuales frente a la evaluación previa, que estimaba un 60 % de probabilidad de una temporada activa. No obstante, la NOAA mantiene su llamado a la preparación, especialmente en comunidades costeras y del interior.
Hasta la fecha, se han registrado cuatro tormentas tropicales: Andrea, Barry, Chantal y Dexter. El siguiente nombre en la lista oficial será Erin. Aún no se ha formado el primer huracán del ciclo, algo que en promedio ocurre cada año alrededor del 11 de agosto.
Cantidad de tormentas y huracanes previstos
El informe de la NOAA estima que en la temporada de huracanes 2025 se formarán entre 13 y 18 tormentas con nombre, con vientos sostenidos de al menos 63 kilómetros por hora. De ese total, entre cinco y nueve podrían convertirse en huracanes, con vientos de 119 kilómetros por hora o más.
Asimismo, entre dos y cinco de estos sistemas podrían alcanzar la categoría de huracanes mayores (categorías 3 a 5), con vientos de 179 kilómetros por hora o superiores.
Elementos climáticos ante pronóstico
El pronóstico de huracanes se basa en temperaturas oceánicas superiores al promedio en el Atlántico y una fase neutral y fresca del fenómeno ENSO, condiciones que, según la NOAA, favorecen su formación e intensificación.
El meteorólogo del Centro Nacional de Predicción Ambiental de la NOAA, Matt Rosencrans señaló que los factores detectados antes de la temporada se mantienen y confirman las proyecciones de mayo.
Ken Graham, director del Servicio Meteorológico de EE. UU., pidió a la población prepararse, recordando que cada tormenta implica riesgos únicos y potencialmente mortales, por lo que es clave tener un plan de emergencia.